jueves, 24 de septiembre de 2009

Esbozo del XI Seminario: El fanatismo en las Tres Culturas


El fanatismo en las Tres culturas fue el título de la undécima edición del Seminario. El tema elegido me pareció muy interesante y permitió, sin duda, la exposición de brillantes conferencias. No pretendo exponer aquí un resumen de las ponencias que se ofrecieron a lo largo de las dos sesiones, próximamente aparecerán las Actas del Seminario que cumplirán este cometido. Me gustaría ofrecer una visión personal de algunos de los momentos vividos en el Seminario alrededor de las conferencias impartidas por Alberto Ciria, Jon Juaristi y Nicolas Grimaldi.
Fanatismo, ideología y conciencia, Alberto Ciria
Tras el giro filosófico experimentado por Richard Rorty en las obras que siguieron a La Filosofía y el espejo de la Naturaleza, el filósofo estadounidense llegó a la conclusión de que era necesario plantear en el terreno filósófico -y no sólo en este ámbito- una distinción nítida entre las obras que buscaban provocar una transformación en la creación de la identidad personal y aquellas otras que pretendían mejorar las relaciones entre las personas, adentrándose, de este modo, en el terreno ético o político. La ponencia expuesta por Alberto Ciria no perseguía ningún objetivo ético ni político. Su exposición fue personal, emotiva, brillante en ocasiones y mística en algunos momentos. Más que leer, Alberto parecía atrapar en un arrebato las ideas y conceptos que flotaban a su alrededor. Sufría al tiempo en que exponía sus ideas, haciéndonos sufrir a todos los que entramos en el universo creado por sus palabras.
Pero no nos engañemos. Que nadie espere en sus palabras soluciones mágicas frente a la extensión del fanatismo. "No va de eso" Insistía, una y otra vez, con creciente indignación, cuando el profesor Gómez Heras, en el momento del debate posterior, mostraba su decepción ante la falta de una respuesta clara en este sentido. "No va de eso".
Lo que nos propone Alberto Ciria no es una transformación social, sino una introspección. Se trata de descubrir en qué punto de nosotros se encuentra el germen de las ideologías. Resulta muy interesante esta perspectiva y me parece muy sugerente el empleo de la introspección y el uso del "nosotros" porque pone de manifiesto cómo cualquier fanatismo ideológico puede afectarnos no sólo como víctimas, sino también como potenciales creadores. Tal vez, algunos de los momentos más sorprendentes de la ponencia son aquellos en los que el autor lee textos pertenecientes a algunos dirigentes nacis. No estamos acostumbrados. Se suele hablar del fanatismo apelando a la tercera persona del plural: ellos, los fanáticos, los integristas, los radicales... Pero acercarnos a los discursos de los fanáticos, aproximarnos a ellos hasta rastrear el germen de conciencia que los provoca... produce vértigo y un estado de conmoción no habitual.
El fanatismo: una locura sencilla, Nicolas Grimaldi.
Nicolas Grimaldi representa al filósofo tradicional, al filósofo redondo. Gesticula con fuerza, sobre todo, con las manos y se mueve con energía en una silla que ha desplazado intencionadamente un par de metros hacia atrás para evitar el acople del micrófono. Sin embargo, Grimaldi no habla con el cuerpo, sabe muy bien lo que dice, traza un discurso perfectamente elaborado y deja muy poco lugar para la improvisación. Lejos de la división rortyana, Grimaldi traza el perfil de la identidad humana para lanzarse a continuación a encontrar una solución al problema de la convivencia humana. Su mayor preocupación en la actualidad "cómo enseñar la tolerancia" refleja su inquietud social, ética y política. Su análisis del fanatismo se presenta cómo fórmula previa para conseguir el remedio que acabe con esta lacra de la Humanidad.
Para Grimaldi, el fanatismo -ya sea ateo, como en el siglo XX, o religioso como el de otras épocas- se basa en no ver lo que se tiene delante de los ojos y contemplar, por el contrario, lo que no existe. Se fundamenta, por tanto, en una ficción delirante. Se trata de una ficción que pretende alejarnos de la realidad que nos rodea y de la vida que sentimos, impulsándonos hacia un mundo diferente, hacia un lugar perfecto dominado por la noción de eternidad.
Pero Grimaldi no se conforma con el diagnóstico, su filosofía pretende ser terapéutica y cree que tiene la obligación de ofrecer una solución. El remedio, nos dice, consiste en "romper el hechizo de la ficción".

lunes, 26 de enero de 2009

Novedades del XI Seminario

El XI Seminario se celebrará finalmente en el salón de actos de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Sevilla en la fecha prevista: los días 16 y 17 de Abril. El programa puede consultarse en el enlace http://seminariotresculturas.blogspot.com/2008/11/programa-del-prximo-seminario-el.html